¿TU PERRO TE BESA EN LA BOCA?

Si es así  ¡Asegúrate de que no tenga pulgas!

Hay muchas formas de expresar el afecto por las mascotas y, si bien nadie puede cuestionar las preferencias de cada uno, sí es importante tener en cuenta que algunas pueden representar un riesgo para la salud. Por ejemplo, besar a tu perro en la boca o dejar que los más pequeños lo hagan puede ponerlos en riesgo de adquirir un parásito transmitido por las pulgas.

Parece impensable que alguien pueda “comerse” una pulga pero esa es exactamente la forma en que se transmite un parásito común que afecta tanto a perros como a gatos y que puede transmitirse a las personas. Este parásito se llama Dipylidium caninum y puede afectar hasta al 54 % de los perros en Chile, según estudios publicados. Este parásito está en el intestino y sus huevos llegan al ambiente con la materia fecal del perro o gato.

Imagen de Dipylidium caninum
Gentileza del Prof. Dr. H. Mehlhorn, Heinrich Heine, Universidad de Düsseldorf

Las pulgas adquieren el parásito durante su desarrollo en el ambiente y luego el parásito queda dentro del cuerpo de la pulga hasta que la pulga es ingerida por un perro o gato al rascarse. Los bebés pueden ingerir una pulga accidentalmente al lamer al perro. Por otro lado, los perros al rascarse pueden morder una pulga y liberar los huevos de los parásitos que luego transmiten a una persona al lamerla en la cara.

¿CÓMO PODEMOS PROTEGERNOS?

Protegiendo a tu perro contra las pulgas durante todo el año. Es muy fácil que un perro adquiera pulgas durante un paseo fuera de tu casa, o mediante la visita de un perro o gato con pulgas o incluso tú podrías llevarlas a tu casa inadvertidamente en tu calzado o ropa. Una vez que encuentran a tu perro, tu vida puede transformarse rápidamente en una pesadilla.

 ¿Quieres saber cómo proteger a tu perro y a toda tu familia de las pulgas durante todo el año?


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